martes, 28 de septiembre de 2010

Una mirada retrospectiva (1997-2010)

A día de hoy, y contando con 300 obras en catálogo, considero que mis andanzas profesionales en el mundo de la composición comenzaron allá por 1997, cuando todavía estaba en el Conservatorio. Obras como “Meditación para violín y orquesta de cuerda" (1997) o “Dos piezas para cuarteto de cuerda" (1997) son las primeras composiciones, primerizas y algo tímidas, que comienzan mi dilatado catálogo musical.

El comienzo fue como todos los comienzos, una búsqueda personal e intuitiva de lo que quería conseguir. Mucha música en la cabeza (por el repertorio de mi instrumento, por los miles de discos escuchados, por los cientos de conciertos dados y vistos) y muchas ganas de plasmar en papel lo que uno llevaba dentro. Los primeros tanteos en la composición son pura influencia de los compositores preferidos; así en mi caso han sido J.S.Bach, Shostakovich, Messiaen y Ligeti, por decir algunos de ellos.

El Conservatorio fue una base modesta, pero que al fin y al cabo marcó el comienzo de este camino, aunque del dogmatismo academicista pronto me deshice. Un lapsus de tiempo de unos 7 años de formación autodidacta (debido a la nefasta profesora que tuve que sufrir en composición) me llevó a toparme con quien sería mi verdadero maestro, David del Puerto Jimeno (premio nacional de la música 2005). Con él amplié mi visión de la forma, del lenguaje y de los procedimientos compositivos, además de poder conocer de su mano a instrumentistas de alto nivel que harían muy buenas interpretaciones de mis obras.

Desde el punto de vista del lenguaje mi búsqueda siempre ha sido poliestilista. Moverme por los diferentes lenguajes ha sido el aceite que ha engrasado mi motivación compositiva. Mi gusto por todo tipo de música (algo poco comprendido en el ámbito clasista y decimonónico del Conservatorio, y en el mundo de la Clásica en general) provocó en mi una búsqueda en los distintos lenguajes que cabían en mi cabeza. Desde la música ligera hasta la música atonal de vanguardia. Un amplio abanico de posibilidades al servicio de mi sensibilidad y ganas de crear música, sumado a un gran ímpetu compositivo.

Dentro de mi catálogo puede verse claramente dos bloques bien diferenciados respecto al lenguaje; el 1º bloque lo formarían las obras de corte vanguardista, de lenguaje atonal en diversas fórmulas, con obras como “Reflejos múltiples (2003)”, “Natura celestes I-III (2003)”, “Sincronía (2003)”, “Trío para flauta, clarinete y viola (2003)”, “Miradas alfa (2004)”, “Quinteto de viento (2007)”, “Concierto para oboe y orquesta de cuerda (2006)” y el “Concierto negras olas para clarinete bajo y orquesta de cuerda (2007)”, así como los “Cuarteto de cuerda” nos.1, 2, 3, 5, 6, 7, 8 y 9, así como la obra coral "Cosmos" (2010), por decir algunas de las obras.

El otro gran bloque lo configuran las obras tonales en su más amplio sentido de la palabra; tonalidad clásica y tonalidad expandida, minimalismo, temas para películas (Film suite I-II, para piano), temas de música ligera y música para la relajación (Relax music). Dentro de este grupo destacarían los “Paisajes Minimal I-XII”, doce obras compuestas de 11 conciertos para diversos solista/s y orquesta de cuerda y 1 sonata para violín y piano, que como su nombre indica están escritos en un lenguaje minimalista. Otras obras serian “Concierto gótico (2001)”, “Concertino para 2 pianos y orquesta de cuerda (2002)”, “Concertino jazzístico para clave y orquesta de cuerda (2003)”, “Concierto de cámara para guitarra y orquesta de cuerda (2006)”, “Vibrafonías (2006)” y “Sketch III para orquesta sinfónica (2008)”, así como las obras corales "Pater Noster" (2010), "Ave María" (2010) y "Gloria" (2010).

Un pequeño grupo anexo lo formarían los arreglos, las cadencias escritas para violín sobre conciertos diversos de W.A.Mozart, la obra “Relax music I-V (2007)”, así como el cuento musical “Teo y Margarita en el mundo de la música (2002)”

Un denominador común a mi forma de componer es tener siempre un pie en la tradición. La forma clásica A-B-A´ es algo que casi siempre subyace en mis obras. La repetición como generador de coherencia formal y punto de referencia auditivo me ha sido de gran importancia, así como buscar la inmediatez en la escucha, sea cual sea el estilo. En definitiva un equilibrio entre mis conocimientos técnicos y teóricos y mis deseos de comunicación con un público en general, sobre todo profano en la música. “Querer hacerme entender” ha sido siempre una de mis premisas. Formas contenidas, obras de duración modesta (en torno a 10 minutos), una instrumentación idiomática (a diferencia de las miles de barbaridades que he visto por ahí) y una preponderancia de la melodía como elemento guía en la música, han sido mis otros puntos de referencia a la hora de escribir. “Que los aplausos en el concierto sean sinceros” he pensado muchas veces.

A diferencia de lo que enseñan los postulados de la Vanguardia musical, creo firmemente que la música, sobre todo, debe promover sentimientos. Ya sé que esto suena a Romanticismo, pero creo que el ser humano sigue siendo un romántico. Cada día creo menos en los argumentos que defienden la idea de que la música debe ser necesariamente muy interesante y dirigida sobre todo al intelecto. Esto, que también puede formar parte de la expresión musical es más una excepción que una forma de entender la música, filosofía que nos ha repetido la Vanguardia hasta la saciedad y que claramente hemos visto que poco o nada tiene que ver con la realidad social de la música.

Volviendo a mi música, decir que las integrales o ciclos de obras ha sido otra de mis ideas básicas. A continuación doy un breve listado de estas integrales:

-Paisaje Minimal I-XII (2000-2006)

-7 sonatas para violín y piano (2002-2005)

-Música pendular I-VI (2003)

-33 estudios para piano (2001-2004)

-5 sonatinas para guitarra (2007)

-5 sonatas para cuarteto de guitarras (2007)

-Relax music I-V (2007)

-30 cuartetos de cuerda (2005-2010)

Y también aclarar que en mi catálogo hay una clara hegemonía de la música de cámara (o concierto de cámara) frente a la obra sinfónica. Esto es por una clara razón: por ser prácticos. La música de cámara es mucho más fácil de estrenar que la sinfónica. Hasta día de hoy he conseguido componer para múltiples instrumentos y agrupaciones, siguiendo la filosofía de Paul Hindemith (1895-1963). Cuantas más obras diversas se tenga en catálogo más se llegará a todos los instrumentistas.

Poco diré sobre cuestiones de análisis sobre mi música, salvo lo más genérico. La música habla por sí misma, y el mejor análisis es su escucha, escucharla con atención y sin prejuicios. “La música es lo que suena en ella y no lo que decimos de ella”

Es muy dado hoy en día, y desde hace ya unas cuantas décadas, el valorar las obras por el contenido sesudo de las mismas. Cursos y Festivales donde se premian las obras más imbricadas y rocambolescas, sobre todo porque su análisis ha llevado unas cuantas jornadas de trabajo. Sinceramente no soy amigo de analizar para llegar a la obra musical, porque lo que hace que uno llegue a la obra no es la comprensión sino la interiorización de la misma a través de la escucha. Es más interesante que el oído juzgue y después, y si nos interesa, ver cómo el autor ha realizado alguna de las partes de la obra, por curiosidad academicista.

“Quien mucho analiza, poco siente”

Para concluir decir que es un hecho más que probado que para que tu música emocione debes emocionarte cuando la compones. Cuando escribo es mi oído (y no los planteamientos teóricos) quien me indica el camino hacia la coherencia musical. Debe prevalecer, por lo tanto, la intuición frente a lo teórico.

Carlos Perón Cano, Madrid 27.9.2010

Mi música en www.youtube.com:

http://www.youtube.com/results?search_query=carlos+per%C3%B3n+cano&aq=f

4 comentarios:

  1. por casualidad, o no, este blog cayó en mis manos también, ya nos conocemos hace poco tiempo pero cada vez quenos vemos me conmuevo y vuelvo a tener ganas de retomar lo que un dia dejé. Me ha gustado el final del artículo pues yo también soy de la opinión que aquél qu eno lora de emoción cuando escribe o compone, mejor qu elo deje, la frase quien mucho analiza poco siente... es muy buena felicidades amigo, un día nos conoceremos cara a cara y ese día será genial.

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  2. Gracias amigo por tus palabras. Espero algún día poder conocerte en persona. Un abrazo!

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  3. "Creo firmemente que la música, sobre todo, debe promover sentimientos".
    Eso no es romanticismo. Eso ha sido el motor de la creación musical desde la antigua Grecia y nunca se puede sustituir.
    Un abrazo y feliz Navidad.

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  4. Hola Manuel,
    gracias por tus palabras, sinceras y creativas.
    Un abrazo para ti también, y FELIZ NAVIDAD, amigo.

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